


















Si no lo digo, reviento: los hombres son tontos, rematadamente tontos y cuando se juntan, por arte de magia se vuelven el doble de tontos.
Parece ser que su capacidad para meter la pata se duplica cuando se encuentran entre los de su especie, sobretodo en los eventos públicos, hablamos de una vulgar barbacoa, donde su masculinidad está casi a rebosar, la testosterona se les sale por las orejas, y el sexo débil se reafirma como el espécimen pensante.
Hoy hablaremos de casos basados en hechos reales, como las pelis de Antena 3 del mediodía, me basaré en algunos de los casos sucedidos entre cumpleaños y reuniones varias y cometidos por algunos de estos tontos supremos antes nombrados.
El tonto número 1: Me sabe mal, pero es mi marido (como se entere, me pela). Al final de las barbacoas celebradas en el campo, los hombres tienen la peculiar costumbre de jugar al fútbol o al menos hacerlo ver, a cierta edad, puede resultar muy ridículo, y más cuando no hay pelota. En este caso se recurre a cualquier objeto de dimensiones considerables, dícese del bidón de cerveza Heineken, el resultado, el dedo gordo del pié roto y la parienta cabreada, usease, yo misma. Se acabó la fiesta de cumpleaños.
El tonto número 2: Un amigo de mi marido, en una de esas reuniones llenas de hormonas, el balón fue sustituido por una garrafa de 5 litros de aceite. Le pasan la pelota, dribla al contrario. chuta la garrafa y sale despedida hacia el cielo, en su fugaz trayectoria, salta el tapón y al caer la garrafa lo hace encima del inoportuno futbolista. El resultado, mi colega y su flamante chandal empapados en aceite y su mujer muuuucho más cabreada que yo.
El tonto número 3: En este caso son varios los tontos que participan, y consiste en coger y embutir al más tonto de ellos dentro de un bidón industrial y empujarlo monte abajo. El resultado, yo casi muerta de risa y el del bidón casi muerto del mareo, je je, aún me río...
A todo esto, en todas las barbacoas no se porqué los hombres se creen los grandes chefs de la Guía Michelín. Habéis visto nunca a Adrià o a Arzak cociendo morcillas o chistorras?, porqué yo no. Así que no se porqué se empeñan en creerselo, porqué cuando no es uno que al girar la parrilla se le despachurra todo por los lados, es el otro que se encarga del fuego y no sabe ni encenderlo. Y eso si, sobretodo que rebose la grasa, grasaaaaaa, que si morcilla, panceta, morro, butifarras y longanizas, pero nada de verde, eso lo dejan para los conejos.
Así que si tenéis la oportunidad de aparecer por alguna de estas reuniones, que sepáis que tan sólo os limitaran a hacer las ensaladas y a dejaros tiempo para cotillear con las amigas del buen culo que le hace el tejano a ese amigo de vuestro novio. NIÑAS, LA DIVERSIÓN ESTA SERVIDA...
Cómo que esta semana empiezo vacaciones, pues las empezaré de todo y desconectaré un poquitín, pero sólo un poquito. Nos vemos a la vuelta y sobretodo:
FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO!!!!