Liada con el nuevo catálogo de productos de la pastelería de mi amiga, terminando el curso de diseño de estampación téxtil, repitiendo piezas de las nuevas colecciones de este verano, buscando tiendas, preparando ferias y de arriba para abajo con el crío y la casa, ahora me doy cuenta que la
SÚPER MUJER NO EXISTE.
Y contra más intento buscarla más me agobio.
Porqué se empeñó el feminismo en hacernos creer que la mujer podía llevar a cabo toda sola el trabajo, la casa y los críos, estar guapa y radiante, ir al gimnasio, tomarse su tiempo y por la noche echarle narices para un pinchito. Quien fué la idiota que se creyó que creando una Superwoman nos liberaría como mujeres, si es que creo que es peor. Intentamos hacerlo y llegar a todo sin pedir ayuda, pensando en el -Yo sóla puedo- cuando tu interior dice -Quiero desaparecer unas horas-, y justamente, es ahora cuando ves a tu madre como a esa súper mujer que no has sabido comprender hasta que no te has encontrado en la misma situación.
Jamás en mi vida he pillado la cama tan plana, aunque seamos tres últimamente, y debo reconocer que eso de compartir la cama con dos hombres me encanta! son los despertares más dulces que he tenido nunca, eso cuando no me estampa un libro de cartoné en la cara.
Espero no morir en el intento y si no llego a superwoman, me quedo en mamy crafter a secas que mola más!!! Y por cierto, sí, aún le doy la teta.
Y como mamy crafter, tres piezas de inspiración étnica y zen, Colección OPIUM. Piedrecitas de cristal de colores combinadas con piedras semi preciosas y piezas metálicas.