Lo cogió y le sacó la caja, para más sorpresa en la caja había veneno, comida podrida y colillas, el perro estaba en las últimas, lo puso boca abajo le apretó la barriga y le puso los dedos en la boca hasta que el perro lo expulsó todo, a todo esto la gente que pasaba sin inmutarse y unas señoras diciéndole que lo dejase que le mordería. Y que si muerde. Llamamos a los municipales y estos a la perrera y nos fuimos a casa con el perro, lo cierto es que nos lo hubiésemos quedado, pero Nuk ya es mucho perro, era para verlo, con lo nervio que es Nuk, lamía y lamía al cachorro, se le ponía al lado y le daba calor, como son estos bichos!.
Cuando llegó la perrera agradeció que lo cogiéramos y el hecho de hacerle unos "primeros auxilios", le salvó la vida. Pobrete estaba en choc, los ojos dilatados y no se mantenía en pie. Como se pueden hacer tales barbaridades. Denunciar, ojalá lo hubiésemos hecho, pero a quien. No sabemos, nadie vio nada. El hecho es que ahora el pobre bicho está perfecto y nosotros felices de no pasar por el lado sin reaccionar.
No tengo ganas de implantar un curso de moralidad, pero lo cierto es que siempre que ayudas a alguien te quedas con el corazón bien ancho. Ahora que estoy con lo del pachwork me haré una capilla de batik, pero con el rollo de tanta telefonía móvil ya no hay cabinas telefónicas para cambiarse rollo supermán.
No es el primer perro que recogemos, recuerdo uno que me trajo el Mukillo un día que teníamos invitados, ese pobre perro estaba lleno de piojos!, hay madre, se tragó la mitad de la comida que teníamos preparada, según el Mukillo, nosotros ya íbamos bien alimentados y al perro le hacía falta. En un principio yo solo veía una pulga con patas, pero mira, a medida que el bichejo se reponía, suspiras y piensas, ay madreeee que me he casado con la madre Teresa. Y me alegro de haberlo hecho.
Vaya, ahora con la moralina no viene muy a cuento que os muestre nuevas piezas, pero es lo que hay.
Sigo con la línea "Suave que me estás matando" pero con telas más cálidas, en este caso organza, terciopelo y lana. Inspiración punk con la tendencia del babero que sigue pisando fuerte.
Gargantilla