LA PRIMAVERA LA SANGRE ALTERA Y MI PERRO PIERDE PELO

Esta imagen no la debiera subir, pero es que no me puedo aguantar el enseñaos un encargo que me pidieron. Digo que no lo debiera enseñar, porqué ella, Angy, lo ha recibido, pero no lo ha visto. Antes de nada, le tengo que agradecer el encargo, porqué con el me ha retado ha hacer algo nuevo, porqué de coser y realizar un fajín desde cero no tenía ni idea, porqué me he esforzado y sobretodo, me he divertido. El resultado, al menos a mi, me gusta, y espero que a ella también, que es lo que importa a fin de cuentas.
Para las fotos me puse el vestido de 8 euros del Massimo Dutti Outlet, y en el armario se quedará con el resto de ropa negra hasta que el pelusa de mi perro decida dejar de soltar pelo. Es que estoy por pasarle la moto o engominarlo todo, es algo desesperante. Quien me mandaba a mi quedarme un perro de las nieves en un pueblo donde hay playa y la nieve brilla por su ausencia. Si, si un perro mu bonico, pero debajo de la capa de pelo, tiene tropocientas capas más de pelo corto, y es que el invierno que viene, ríete tú de la Cruella Devile, que como siga la moda de los peludos, me arreo un abrigo de pieles de Husky que lo flipas. Es inimaginable, la ropa negra llenita de pelos blancos, y vas toda chula y remona y bajas la cabeza y te ves todos los bajos del pantalón blancos....Vaya, siempre te queda la solución de decir que llevas descansos de pelo natural, aunque en primavera, no se yo. Si es que al final no se si te miran por guarra o por extravagante.
Quien tenga animales en casa me entenderá, y no se valen los de las tortugas, que de eso también tengo yo, y no sueltan pelo, pero arrean una peste en verano que coloca. Tuf de tortug.
De peces también tenía, pero esta vez me dediqué a poner una especie de cíclidos de agua dulce, y uno de ellos creció en desproporción, y un día de esos que se sentía hambriento, decidió pegare un festín con sus compañeros, así que se quedó solo generando nitritos y nitratos, y esas cosas que sólo entiendes cuando tienes pecera... así que todo empachado también decidió dejarnos, y no es que yo no le diese de comer, porqué a mis animalitos no les falta de nada, pero mira, a veces van por libre.
Otro día os contaré lo del Panchito y la Lupe, dos agapornis que compré en el mercadillo hace unos años...