LO QUE NO ME PASA A MI, NO LE PASA A NADIE

Yo ya dije un día que mi vida está llena de puntazos, la verdad es que no me aburro nunca, y para muestra, un botón. Esta foto pertenece a mi fin de semana en Bilbao, salí de comer y patafff, un cerdo suelto en la calle, ¿te lo puedes creer?, no le di tanto al orujo me dije, pero si, había un cerdo pastando. ¿Y el dueño?, madre mía, el dueño peor que el cerdo, resultó ser una colgada que me decía que el cerdo era un emisario del cielo y que venía a concienciarnos a todos para que no comiésemos carne. Dioooosssss y yo me acababa de meter un chuletón entre pecho y espalda, pero porqué coño me dice eso después de comer, aissss, que mala digestión.

Debo decir que ya es la segunda vez que me encuentro un cerdo suelto, si si, la segunda, pq la primera fué un patanegra que iba solito por las curvas de Covadonga. Esa vez casi le invitamos a visitar nuestra casa de Barcelona, suerte de él que nos habían prestado el coche y la moqueta era nueva, porqué si nooooooooo...

Debo aclarar que yo ya tenía trabajo y que lo del restreñido mal follado era un plus. Aclarado esto, muestro lo último que he hecho, pertenece a la colección Suave que me estás matando y consiste en unas pulseras, unos pendientes y un par de conjuntos. Es evidente y no hace falta que me lo diga mi abuela que los acabados son mejores y el detalle de la cadenita con la lágrima queda preciosa. Las fotos, en el jardín del curro...dienteeeeeees!!!

(estos primeros están también en blanco y miden unos ocho centímetros de largo)